Entre las actividades desarrolladas durante la cuarta edición del evento de emprendimiento B-Venture 2019 celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao, fuimos invitados a realizar un taller de corte práctico en la que tratamos de abordar una pequeña reflexión colectiva y dar visibilidad a las posibilidades que poseemos todos de liderar nuestro propio camino profesional, más allá de limitaciones o estereotipos negativos que existan en torno a la edad.

No fue extraño por ello que la mayor parte de los participantes fueran sénior activos, aunque no todos empleados, e incluso de cohortes de edad más jóvenes preocupados por su futuro profesional.

El objetivo por ello del taller quedó expresamente claro: “Liderar la transformación profesional a partir de los 50”. Y nuestro enfoque principal, hacer conscientes a los presentes de los activos en clave de talento que todos poseemos y debemos activar para conducirnos de forma consciente y proactiva en nuestro camino profesional a lo largo de todo el ciclo vital laboral que se ha complejizado y acrecentado en términos de incertidumbre y tránsitos profesionales, y, sobre todo, cuando contamos ya con un enorme bagaje profesional y experiencial que nos proporciona una enorme capacidad para reinventarnos.

UNA MIRADA A LOS ACTIVOS PERSONALES

Un ejercicio sintético de repaso de los activos personales desde una perspectiva sénior en diversas categorías principales con capacidad de ser orientados a la acción fue la herramienta de auto-reflexión que utilizamos (Modelo de balance de 4 dimensiones) y que permitió que cada uno de los participantes constatara su realidad, capacidad y potencialidad ante cualquier reto que se le planteara en el mundo laboral.

La contextualización de cada una de las cuatro dimensiones, el autochecking a unas preguntas muy específicas de cada uno de estos ámbitos y el debate y puesta en común posterior, ayudaron a cumplir con el objetivo planteado para la sesión, pero estamos convencidos de que su impacto y utilidad irán mucho más allá de este foro, permitiendo a sus protagonistas profundizar en su reflexión personal cuantas veces sea necesario.

Nuestra conclusión tras la sesión (y convencimiento) es que:

• Todos, y a cualquier edad, podemos transformarnos y tenemos recorrido profesional, porque tenemos TALENTO y al talento senior se le añade algo muy valioso: la EXPERIENCIA.
• El desarrollo profesional se planifica y se trabaja: todos podemos LIDERARLO.
• La actitud de “ACTIVACIÓN” es clave, y el motor imprescindible para que las cosas SUCEDAN.
• Estamos todos inmersos en un nuevo ciclo, muy distinto y mucho más variables e impredecible, pero no sólo hay que observarlo como una amenaza insuperable, sino también como una OPORTUNIDAD que podemos aprovechar.

¿Y cómo comenzar?

“RECONOCIENDO Y ACTIVANDO EL PROPIO TALENTO QUE TODAS LAS PERSONAS POSEEMOS”